jueves, 25 de octubre de 2012

¿Cómo distinguir el brillo de una estrella y de un planeta?




En una reciente charla en la Facultad de Humanidades (UNACH), conversé con un grupo de estudiantes de ciencias de la comunicación. Dos de ellos me preguntaron sobre un libro para “aprender a escribir”. Difícil petición, pero de sencilla respuesta: a escribir se aprende escribiendo. ¿Salida fácil la de este Detective? No lo creo, pero si hago una analogía de la pregunta anterior, diría que no hay mejor manera de aprender a observar el cielo que… ¡observando! 
¿Cómo distinguir una estrella de un planeta? La aseveración es simple: los planetas y sus satélites no emiten luz propia, reflejan la luz de las estrellas cercanas; el resto de los cuerpos celestes si emiten luz propia. Seguro has notado que muchas estrellas titilan o “parpadean”, esto se debe a la distorsión de la luz, provocada por la atmósfera terrestre.
Siglos atrás, los hombres observaron y registraron el movimiento aparente de algunos cuerpos celestes, el cual variaba día a día, al contrario de las constelaciones, quienes parecían estar fijas, invariables entre sí. Debido al movimiento aparente de estos cuerpos, los griegos les denominaron Planetas, que significa errantes o vagabundos.
En Mesoamérica los mayas utilizaron, entre otras herramientas, varas que entrecruzaban para tener un horizonte fijo, una cuadrícula rudimentaria de gran eficacia para sus observaciones, lo que les permitió crear tres cuentas del tiempo o calendarios, que hoy se conocen como: el tzolkin (260 días); el civil haab (365 días); y el de cuenta larga, que registra la fecha cuando el mundo fue creado: 11 de agosto del 3114 a.C. 
De botana informativa, les cuento que el dato más antiguo en este sistema de cuenta larga, se encuentra en la estela 2, encontrada en Chiapa de Corzo, con el numeral 7.16.3.2.13, que refiere la fecha 10 de diciembre del año 36 a. C. (si ingresas al Stellarium las fechas mencionadas, podrás ver la posición de los cuerpos celestes en ese entonces).
De pilón, les cuento también sobre una pieza metálica referente al registro de la bóveda celeste, fue hallada en un pueblo de Sajonia, en Alemania. Le llaman Disco de Nebra, y le calculan una antigüedad aproximada de 3,600 años. Ahí aparece representada la Luna en su fase llena y en cuarto creciente, además de estrellas y las Pléyades.
¿Y cuál es la estrella más próxima al planeta Tierra? La respuesta es muy sencilla: el Sol, con una distancia aproximada de 150 millones de kilómetros, y aunque no podemos verla de manera directa, sentimos su calor (rayos infrarrojos) y sufrimos quemaduras en la piel (rayos ultravioleta) por exposición prolongada. Si creías que las estrellas sólo podían verse de noche, no es cierto, tenemos una estrella más cerca de lo que te imaginas. 
Una amiga me dijo: “El Sol no cuenta como estrella, porque es Sol, no estrella, ¿okey?”. Pero, ¿y cuál es la diferencia? ¡Ninguna! Solo que nosotros, con esa manía de nombrar las cosas, la signamos con ese nombre (pudo ser peor, por ejemplo: Juan).
El otro cuerpo cercano es la Luna, con una distancia de 385 mil kilómetros, aproximadamente. A simple vista, la Luna literalmente flota en el espacio. Y aun cuando la Luna llena resulta espectacular, también lo es si se encuentra en alguna de sus fases, porque permite observar en contraste su accidentada superficie. 
Si no has visto la Luna “de cerca”, no sabes lo que te pierdes. Me dirás: “Lo he visto en la tele… en fotos…” Pero la experiencia de verla en tiempo real es otra cosa, aunque la última encuesta Montañowsky arrojó un dato duro: 90% de los encuestados no ve a la Luna ni a las estrellas (también dijeron no haber visto a través de un binocular o telescopio). 
¿Tú eres parte de esta estadística? No te pierdas la oportunidad de ver la Luna de octubre, a partir del día 17. La verás “crecer” noche a noche, rumbo al Sur. Podrás mirar también a Marte y Mercurio. Yo me prepararé desde la tarde, y a las siete de la noche comenzaré mi observación. Si coincidimos en la periferia de Chiapa de Corzo, entonces podrás ver a través de los binoculares o el telescopio de este Detective... ¡gratis!
En la próxima entrega te hablaré de los planetas, el origen de sus nombres, características, las distancias con relación a nuestra casa llamada Tierra, además de las distancias a otras galaxias, estrellas, nebulosas, cuasares, cúmulos, y demás objetos brillantes en la bóveda celeste. 

¡Por mejores cielos, me despido de vos!

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