miércoles, 10 de octubre de 2012

Introducción a la Astronomía

CRATER DÉDALO

Por: El Detective Cósmico

La astronomía comprende el estudio científico de todo lo que no está en la Tierra. Dicho así, parece muy vago, pero proporciona una idea de lo amplio de esta disciplina. Incluso algunos incluyen el estudio de la Tierra como un planeta, en comparación con otros cuerpos similares.
Por lo tanto, la Astronomía trata de estrellas, planetas, cometas, asteroides, nebulosas, cúmulos estelares, galaxias, y demás elementos que existen en el cosmos.
Se suele confundir con la Astrología, que es una creencia en que algunos cuerpos celestes, según su posición en el cielo vista desde la Tierra, influyen en las personas, en sus actos, e incluso en los animales o las cosas. Y aunque esta confusión existió hace muchos siglos, desde el nacimiento de la ciencia moderna su separación es total: los astrónomos estudian el Universo para conocerlo y poder explicarlo, mientras que los astrólogos solo usan tablas de posiciones, para relacionarlas con el carácter de las personas o las cosas, siguiendo recetas antiguas, proveniente de una época en la que se consideraba a la Tierra el centro del Universo.
Para ver de una forma sencilla qué estudia la astronomía, nos podemos preguntar qué cosas vemos en el cielo que estén (a nuestro modo de ver) relacionadas con el tema. Por ejemplo, ¿qué cosas astronómicas vemos de día? Así, el Sol, la Luna, el lucero del alba y el lucero vespertino -que suelen ser Venus-, serán respuestas correctas. En cierto modo, las sombras son también fenómenos astronómicos, pues las provoca la luz del Sol. De igual modo, el color azul del cielo tiene que ver con el Sol, incluyendo al arco iris, y otros fenómenos atmosféricos formados por la luz solar.
¿Y de noche? Tenemos la Luna, los planetas, las estrellas, algunos conocerán quizá cometas, nebulosas, cúmulos o galaxias. También se ven satélites artificiales. Las estrellas fugaces, aunque se producen en nuestra atmósfera, a unos 200 Km. de altura, también tienen que ver con la astronomía, pues se trata de material extraterrestre que cae sobre la Tierra (al igual que los bólidos y los meteoritos).
Pero a simple vista podemos reducir nuestro campo a varios tipos de objetos: El Sol, la Luna, los planetas, y las estrellas.
El Sol sólo se ve de día, de hecho es él quien marca la diferencia entre día y noche. A la Luna la vemos cambiando, a veces de día a veces de noche. Los planetas son cuerpos brillantes en el cielo, y en general Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno son más brillantes que las estrellas. (Pero también tenemos Neptuno, Urano o Plutón, que sólo se ven usando telescopio).
Frente a las estrellas, los planetas -además de ser más brillantes- no parpadean. Seguro habrás visto en el cielo cómo las estrellas titilan: su brillo no es uniforme. Esto se debe a la atmósfera terrestre, que desvía los rayos de luz que nos llegan de las estrellas. Este efecto es menos drástico cuando le ocurre a la luz proveniente de los planetas. Así que podemos distinguir un planeta de una estrella brillante si nos fijamos en cuál no parpadea. La razón de esto es que los planetas, aunque están muy lejos de nosotros, se ven como pequeños discos, y son muchos los rayos de su luz los que nos llegan al ojo. Aunque unos cuantos se desvíen, los demás no, por lo que el brillo aparentemente no cambia. Las estrellas, sin embargo, están tan lejos que son sólo un punto luminoso. Ese rayo que nos llega de ellas, si se desvía, no alcanza nuestro ojo, y no vemos su luz momentáneamente. Cuando la noche es poco clara, o muy turbulenta (con capas atmosféricas de diversa temperatura, como suele suceder en el verano) las estrellas parpadean más acusadamente. 
¿Cómo puedo encontrar un buen lugar para iniciar mis observaciones del cielo? Esa pregunta te la responderé en el siguiente artículo.
¡Por mejores cielos, me despido de vos!

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